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Mons. Antúnez: “Los invito a seguir abriéndonos al Espíritu Santo, que es novedad, creatividad, capacidad de consejo, que hace nuevas todas las cosas”

Compartimos la reflexión de Mons. Fabián Antúnez SJ, obispo de la Diócesis de San José de Mayo, compartida en el programa “Momento de reflexión” (Radio 41 AM 1360) y en “Palabra de Vida” a través de RADIO MARIA URUGUAY FM 103.3 y FM 92.7 de este Domingo 10 de setiembre de 2023 (XXIII Domingo del tiempo durante el año).

Un saludo muy grande para toda la audiencia. Jesús, en el Evangelio de este domingo nos brinda algunos consejos de cara a los vínculos interpersonales y de cara a la comunidad. El primero de los consejos que nos que nos ofrece el Señor es que si tu hermano peca contra ti, corrígelo en privado. Es decir, elige el ámbito de la conversación interpersonal, Elige el espacio de la intimidad para poder desde tu mirada, que siempre es un prisma relativo, parcial de la realidad, poder confrontar al otro con aquello que humildemente veas como camino que tiene para corregir.

Quizás lo primero que nos podamos preguntar es ¿desde dónde corregimos al hermano? ¿Cuidamos su fama, cuidamos su buen nombre? Tenemos claro aquello tan importante que es en toda ocasión condenar al pecado, pero salvar al pecador, es decir, la persona, Toda persona humana, es un misterio. Es mucho más grande que aquello que nosotros vemos. Sólo Dios ve el fondo del corazón humano y su intimidad, y es capaz de entender profundamente la intencionalidad de cada una de las personas en aquello que hacemos. Primer gran requisito cuando quieras corregir, cuando quieras enmendar, elige la conversación personal. Ve directamente a la fuente.

Pienso en tantos, en tantas informaciones falsas, en tan poco cuidado que tenemos actualmente por la fama del otro, en la agresividad existente en las redes sociales, que hay un largo camino por corregir. Muy importante como para hacer crecer la comunidad, los vínculos. Esto supone una gran humildad de fondo. Educación en la capacidad de las conversaciones, tener la capacidad de ir de frente. Bueno, nos podemos preguntar todo esto a la luz de la invitación de Jesús en el Evangelio. También nos dice Bueno, sí, incluso cuando hablas en privado no se corrige. Preséntalo a la comunidad y ábrelo a la comunidad para que otros también puedan ser testigos, aportar su mirada, brindar sus criterios, pero siempre desde la búsqueda de la conversión del otro, el cambio de vida. El lenguaje ignaciano sería salvar la proposición del prójimo, es decir, estar dispuestos a ver el bien, la buena intención, el misterio del hermano como alguien que nos une misteriosamente la fragilidad, la vulnerabilidad y que invitamos a través de nuestras palabras al cambio de vida.

El segundo de los consejos que nos brinda el Señor tiene que ver con la capacidad que entregó a sus apóstoles aquí en la tierra y que continúa en el cielo. ‘Todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo’. Eso se se lo confía a Pedro cuando le entrega las llaves del Reino de los cielos. Y nos habla del misterioso vínculo de continuidad que existe entre lo terreno y lo trascendente, entre esta vida que comienza aquí, de este lado y que concluye junto a Dios. Acudir, por lo tanto, al sacramento de la Misericordia, al ministro de la Reconciliación que ejerce en poder de Cristo el poder de perdonar. Un poder que le fue dado, que no pertenece así, sino que es una concesión del Señor, es el camino más seguro para vivir la misericordia y la reconciliación. Quizás a los ministros podamos preguntarnos cómo vivimos este poder de atar y desatar, verdaderamente desenredar, desanudar los nudos. Desatamos el corazón del ser humano, del otro, de sus angustias, de sus sufrimientos, de sus penas. Y el tercero de los criterios que nos brinda el Señor es sobre la oración, y esto es para toda comunidad. Nos dice que cuando dos o más nos reunimos en su nombre, Él está presente en medio nuestro, es decir, nos asegura la existencia de su Espíritu Santo, el Espíritu Santo, que es activo, que trabaja en medio nuestro, que bendice las comunidades.

Los invito, por lo tanto, a seguirnos abriendo al Espíritu Santo, que es novedad, que es creatividad, que es capacidad de consejo, que hace nuevas todas las cosas. Que podamos en su nombre, pedir una bendición muy especial para nuestra Iglesia de San José, para cada una de nuestras comunidades y también para la Iglesia, que pueda seguir siendo ese instrumento que anuncie el misterio de la salvación del Señor, que lleve la misericordia y la reconciliación a tantos lugares que necesitan de una palabra de aliento, de una palabra, de consuelo, de una palabra de esperanza. Pidamos finalmente la gracia de ser dóciles al Espíritu Santo, de dejarnos modelar, de dejarnos formar y que el Señor quiera bendecirte a ti y a tu familia, tus trabajos toda esta semana, el que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.