Mons. Antúnez: “El pesebre nos recordará que Dios nunca se impone por la fuerza, que para salvarnos elige la sencillez de una joven que dice que sí y de un san José que se mantiene como custodio de la creación”

Compartimos la reflexión de Mons. Fabián Antúnez SJ, obispo de la Diócesis de San José de Mayo, compartida en el programa “Momento de reflexión” (Radio 41 AM 1360) de este Domingo 24 de diciembre de 2023 (IV Domingo de Adviento)

Un saludo muy grande para toda la audiencia, de “Momento de reflexión”. El evangelio de este domingo nos coloca delante la escena de la Anunciación. Ese enviado de Dios, ese ángel que anuncia a María que va a ser madre del Salvador, solicita permiso para entrar en la historia a partir de su corazón, de sus entrañas, de su sí que transforma para siempre la historia de la humanidad en la contemplación de la Encarnación, San Ignacio, en sus Ejercicios espirituales, nos invita a que primero contemplemos nuestro mundo en su complejidad. También los invito hoy a mirar la realidad de nuestro mundo. Un mundo atravesado por la violencia, por la guerra en muchos lugares, por el maltrato a la creación, por el maltrato a la vida. Y Dios resuelve salvar a la humanidad desde una mirada compasiva. Dios mira la realidad no desde un mero análisis sociológico. Su mirada se implica. Su mirada compasiva decide que la segunda persona se haga hombre a través de la encarnación, a través del sí de esta joven.

Contemplamos las personas divinas como miran compasivamente este mundo ¿Qué genera en nosotros este actuar compasivo de la Trinidad? ¿Cómo vivimos cada uno en nuestra existencia la dimensión de la compasión? Y podemos después entrar en el cuartito de Nazaret, donde la historia se resuelve en el diálogo entre esta joven y el enviado de Dios. Toda la historia compleja del mundo se resolverá en el SI de alguien que se anima a ponerse en las manos de Dios.

Se nos presenta a María como la nueva Eva que acoge en su interioridad con docilidad el plan salvador de Dios. Desde el silencio interior se animará a cuestionarse el sentido profundo de su existencia en su preguntar ¿Cómo sucederá esto si aún no convivo? ¿De qué manera actuará el Espíritu de Dios? María se va abriendo a la gracia de Dios. Se va colocando en situación de libertad afectiva. Va abriendo su interior a los misteriosos y sorprendentes caminos de Dios. María da ese “Hágase”, el hágase el más importante de la historia. Hágase la luz en las tinieblas de este mundo. Hágase la paz en medio de las batallas que muchas veces transitamos. Hágase la risa y el gozo, en medio de la tristeza. Hágase tu verdad, Señor, en medio de nuestros ruidos. Hágase tu palabra en nuestro canto. Hágase tu vida en nuestro barro. ¿Que hágase se debe pronunciar a través de mis palabras para que Dios pueda actuar en mi historia? ¿Cuál es el sí que Dios hoy me invita a dar? María, después de ese, si se pone en camino, marcha a servir a su prima Isabel. María es modelo de quien vive la vida, descentrada de sus intereses. El Papa Francisco nos dice María es modelo de aquella que no se queda quieta, que apenas supo que había alguien necesitada de servicio, se puso en camino. La Virgen se apresura para servir.

Creo que este es el gran desafío, el de movernos, ponernos en camino hacia el servicio. Hacia dónde debemos caminar. ¿Quién está necesitando de nuestra actitud de servicio? La Virgen va y se encuentra con su prima Isabel en ese encuentro de entrañas entre esas dos mujeres, una fecundada en su juventud, otra en su vejez, que nos habla en palabras del cardenal Martini, de complicidad de entrañas. Podemos, por tanto, desear para esta Navidad primero decir sí y después ponernos en camino. Ponernos en camino hacia el lugar donde hay más necesidad de servicio. Quizás es hacia las periferias de nuestra diócesis, quizás es hacia el propio corazón nuestro ponernos en marcha y escucharlo más. Quizás es hacia las zonas donde hay algún enfermo necesitado, alguien que está solo. Ponernos en camino.

Un deseo de una muy feliz Navidad para todos. Navidad que nos habla de volver al pesebre, el pesebre donde nace la historia. El pesebre nos recordará que Dios nunca se impone por la fuerza, que para salvarnos elige la sencillez de una joven que dice que sí y de un san José que se mantiene como custodio de la creación. Un Dios que se hace pequeño se hace niño para atraernos con amor, para tocar nuestros corazones con su humilde bondad, para conmover, en definitiva, con su pobreza. A quienes nos esforzamos muchas veces por acumular falsos tesoros en este mundo. Un deseo de muy feliz Navidad para todos. La bendición de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.