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Mons. Antúnez: “Te invito también hoy a agradecer al Señor que sigue soplando a través de su Espíritu, que sigue convocando e invitando a tantos al camino del seguimiento”

Compartimos la reflexión de Mons. Fabián Antúnez SJ, obispo de la Diócesis de San José de Mayo, compartida en el programa “Momento de reflexión” (Radio 41 AM 1360) de este Domingo 13 de agosto de 2023 (XIX Domingo del tiempo durante el año).

Un saludo muy grande para toda la audiencia. Como Iglesia diocesana que camina en San José y en Flores, vivimos la experiencia en el día de ayer de la ordenación de Emiliano García. Un día de fiesta, un día de gozo, un día de comunidad que se reúne en torno a la Eucaristía para agradecer el misterio de Dios, que sigue llamando, que sigue invitando, que sigue atrayendo a tantos a su corazón, para que puedan continuar con la bella tarea de evangelizar, de anunciar el Reino del Señor.

Conferíamos con Emiliano y con toda la comunidad lo importante que es el reconocernos frágiles. Llevamos el tesoro del amor de Dios en recipientes vulnerables. Llevamos el tesoro de la misericordia de Dios en medio de nuestras fragilidades, en medio de nuestras vulnerabilidades, en medio de nuestra pequeñez. Te invito a que hoy también junto a Emiliano, agradezcamos al Señor este misterio de que nos sigue llamando en pobreza, en fragilidad, en vulnerabilidad.

También contemplamos el Evangelio como Jesús después de la escena de la multiplicación de los panes, toma distancia y queda corazón a corazón de cara con Dios. Quiere integrar en lo profundo de sus vidas la experiencia, por una parte, de la fecundidad en la escena de la multiplicación de los panes, pero no quedarse solamente en el triunfalismo. Allí, en el silencio del corazón, se va integrando también la experiencia de la cruz, del límite, del ordenamiento, de los afectos, del despojo, del soltar. El Señor quiere preparar esta experiencia pedagógica para sus discípulos y reflexionábamos con Emiliano lo importante que es también el poder navegar en medio de las incertidumbres de nuestra vida, en medio de la barca que es nuestra persona, que es la Iglesia amenazada por vientos en contra, fijos los ojos en Jesús.

Cuando ponemos los ojos en él. Cuando lo miramos y nos dejamos mirar por él somos capaces, como Pedro, de caminar sobre las aguas. Somos capaces de surfear las crisis. Somos capaces de movernos con certezas en medio de las incertidumbres de nuestro tiempo. Somos capaces también de navegar en medio de las aguas líquidas porque tenemos raíces y porque tenemos sentido para nuestra vida.

Te invito también hoy a agradecer al Señor que sigue soplando a través de su Espíritu, que sigue convocando e invitando a tantos al camino del seguimiento. La experiencia también de Pedro es que cuando desvía la mirada del Señor y la pone en sí mismo, comienza a hundirse. Allí compartíamos lo importante que es la oración, que toma forma de grito ¡Señor, sálvanos! Y el Señor extiende la mano, nos levanta, nos coloca nuevamente en la barca, restituye la paz del corazón y calma las tormentas. Quizás podamos, cada uno con nuestra propia historia personal, ponerle nombre. Señor, sálvanos del ego, Señor, sálvanos del protagonismo, Señor, sálvanos del individualismo. Señor, sálvanos de tantas dimensiones de nuestra vida que muchas veces no se abren al misterio del Espíritu Santo que quiere trabajar dentro nuestro. Te invito a que también pongas nombres a dimensiones de tu vida que necesitan ser salvadas, dimensiones de tu vida, que necesitan que la paz de Dios pueda volver a habitar en lo profundo del corazón, para caminar con mayor unidad interior, para recuperar la experiencia del Señor de la creación que armoniza todas las cosas en sí, para recuperar la experiencia de la Providencia del Padre, que hace que vivamos muchas veces crisis, oscuridades, falta de frutos y desolación, para que no pongamos más que solo en Dios nuestra esperanza.

Hoy es un día de fiesta para la Iglesia diocesana, un día de agradecimiento a Dios. Un día en el que sentimos que su espíritu sigue trabajando en medio nuestro. Te invito hoy a rezar por Emiliano García. Te invito a que juntes las manos pidiéndole al Padre que le conceda un corazón de buen Pastor, un corazón fecundo en el tiempo, un corazón misericordioso a imitación del Señor que pasó la vida perdonando. Que el Señor entonces nos bendiga. El que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.