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Los restos del P. Domingo Rodríguez descansarán en la Catedral

TRASLADO DE LOS RESTOS MORTALES DEL PADRE DOMINGO RODRÍGUEZ
El viernes 18 de agosto, en la misa de las 16 horas, que presidirá Mons. Fabián Antúnez SJ, Obispo de la Diócesis de San José de Mayo, se trasladarán al urnario de la Basílica Catedral de San José, los restos mortales del padre Domingo RODRÍGUEZ, sacerdote de nuestra ciudad, que muchos aún lo recuerdan por su servicio como capellán del colegio Nuestra Señora del Huerto, del colegio Sagrada Familia y primer maestro de ceremonia de esta Diócesis.

Pbro. Domingo Rodríguez
1908 –1970

Nació el 6 de enero de 1908 en San José de Mayo, hijo de Domingo y Encarnación. Entre sus hermanos y hermanas cabe una mención especial para Cecilia que fue Hermana del Huerto y le tocó desempeñarse como provincial de la congregación. Fue Bautizado en la Parroquia de San José el 13 de julio de 1908 y recibió la Confirmación el 19 de marzo de 1912 en la misma parroquia.

El 31 de diciembre de 1923, cuando Domingo tenía 15 años, por el hecho de ser menor de edad, su padre firma la autorización para que su hijo pueda cumplir “su deseo de seguir la carrera de sacerdote”.
Comenzó sus estudios en el Seminario de Montevideo en 1924, continuándolos en Roma, en la Universidad Gregoriana y viviendo en el Colegio Pío Latinoamericano.

Recibido el subdiaconado el 21 de mayo de 1932 en la Basílica de San Juan de Letrán, el 17 de julio del mismo año recibió la ordenación diaconal de manos del Cardenal Vicario de Roma en la Iglesia de San Ignacio. En octubre recibió la ordenación sacerdotal, también en Roma, teniendo 24 años de edad.
Fue Teniente Cura en la parroquia de Santa Lucía (1933). Posteriormente fue Teniente Cura en la parroquia de Rocha. Más tarde fue nombrado Cura Párroco de San Bautista en Canelones, donde reedificó la iglesia y la casa parroquial.

Siendo sacerdote siguió profundizando en el estudio de la teología dogmática, el derecho canónico, la moral y la liturgia (1937-1939).

A pocos meses de crearse la Diócesis de San José de Mayo, con fecha 30 de mayo de 1956, el Obispo diocesano, Mons. Luis Baccino, le encomienda la misión de ser Ceremoniero Mayor de la Iglesia Catedral (se convierte así en el primer Maestro de Ceremonias de la diócesis).

En 1961 ya figura como Capellán del colegio de las Hermanas del Huerto en San José de Mayo. Vivió mucho tiempo en la casa del capellán, junto a la Capilla.

El 28 de enero de 1965, Mons. Baccino nombra al P. Domingo como Secretario General y Canciller de la Diócesis. Aunque ya en 1962 había sustituido en estas labores al P. Mario Hernández, por motivo de una ausencia de éste.

Fue un hombre muy activo y de carácter alegre, celoso cumplidor de sus deberes, por lo que fue querido y apreciado por sus superiores y feligreses. El diario Los Principios, el día de su funeral, lo recordaba expresando: “La muerte lo sorprende con las alforjas llenas de buenas obras. Sabemos de su actividad como Párroco, sus Asesorías en los distintos movimientos de la causa. En la actualidad ocupaba el alto cargo de Secretario del Obispado, Presidente de la Comisión de Liturgia, Capellán de los Colegios Nuestra Señora del Huerto y Sagrada Familia” (11 Junio 1970 – Los Principios).

Falleció el miércoles 10 de junio de 1970 en la ciudad de San José de Mayo, al finalizar la celebración de la misa en la capilla del colegio Sagrada Familia. Tenía en ese momento 61 años de edad y 37 de sacerdote. El jueves 11 de junio se celebró la misa de cuerpo presente en la Capilla del Huerto a las 16 horas y el sepelio se efectuó a las 17 horas en el cementerio local.

Al día siguiente, el diario Los Principios recordaba al P. Rodríguez como “un corazón sumamente sensible […] atendió sin distingos, con una característica especial: su cordialidad […] de vida sencilla y ejemplar”. Luego agrega: “Su figura conocida, era siempre precedida por el saludo afectuoso, dicho en alta voz, como señal de fraternidad, irradiando la pureza de una vida interior afianzada con la fe, contagiosa en lo exterior […] Recordamos sus caminatas, su paso por calles y plazas, su presencia en las canchas de football y en nuestro estadio. Todos eran sus amigos”. Incluso la liga departamental de Futbol de San José rindió homenaje al P. Rodríguez en esos días.