Seminarista Andrés Paredes vive la experiencia de los Ejercicios Espirituales en Santiago
El seminarista de la Diócesis de San José de Mayo, Andrés Paredes junto a Juan Andrés Verde, más conocido como el “Gordo Verde”, seminarista de la Arquidiócesis de Montevideo, han viajado estos días para participar a comienzos del mes de enero de 2016 de la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. El retiro del “mes ignaciano” como se le denomina, lo realizan en la casa de la Compañía de Jesús (Jesuitas), la Casa de los religiosos jesuitas en Calera de Tango cerca de Santiago. El complejo ubicado a 15 kilómetros al sur de de la capital. Calera de Tango es comuna de la Provincia del Maipo al sur de Santiago, Chile, con una población de 23.113 habitantes. Allí se encuentra un conjunto de inmuebles que, desde el siglo XVII, han albergado las actividades de la congregación jesuita en el Valle Central de Chile.
Andrés Paredes y Juan Andrés Verde realizarán durante este mes los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, como experiencia fundamental en la etapa del Seminario, donde se forman para ser sacerdotes. Ambos se encuentran el Seminario Mayor Interdiocesano Cristo Rey. Ambos han concluyeron el 3er. año de Teología en la Facultad de Teología Mons. Mariano Soler en Montevideo y cursarán el 4º y último año de Teología, antes de ser ordenados diáconos. Andrés colabora los fines de semana en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Ecilda Paullier.
LOS EJERCICIOS
Los Ejercicios son la experiencia de conversión espiritual que vivió San Ignacio de Loyola siendo laico. Están orientados a todas las personas, sin distinción, que deseen regalarse un encuentro personal con el Señor. Son meditaciones, oraciones contenidas en un libro que tiene aproximadamente 200 páginas. Han sido escritos con la intención de aumentar la experiencia personal de la fe. El mismo San Ignacio los define:
Por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas (apegos, egoísmos, …) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina.
Al hacer los Ejercicios Espirituales la persona se encontrará en silencio y en lo profundo con Dios en su vida (en lo cotidiano), junto al Señor podrá buscar y hallar cómo vivir en plenitud y con una vida llena de sentido; descubrirá el camino de ser y servir en este mundo, desde su propia realidad. Se viven en ambiente de silencio y con acompañamiento personal de un especialista (laico/a o religioso/a).
