Home»IN MEMORIAM»Pbro. Dr. Norberto Betancur (1841-1919)

Pbro. Dr. Norberto Betancur (1841-1919)

Pbro. Dr. Norberto Betancur
Nació el 6 de junio de 1841 en Canelones. Hijo de Roque Betancur y Benita Pérez. La abuela materna de Norberto, Isabel Vera, era hermana de Gerardo Vera, padre de Jacinto Vera. Por lo cual Norberto es sobrino segundo del primer obispo del Uruguay. Era una familia de campo.

Mons. Jacinto Vera envió a Santa Fe a los seminaristas desde 1863 hasta la creación del Seminario en Montevideo, algunos de ellos, por su destaque, en 1869, fueron llevados a Roma a perfeccionar sus estudios: Mariano Soler, Ricardo Isasa y Norberto Betancur. Los llevó con él el mismo cuando viajó para participar del Concilio Vaticano I, acompañado del P. Yéregui. Estos fueron los primeros sacerdotes uruguayos ordenados en Roma (1872).

Betancur culmina sus estudios y obtiene el Doctorado en Derecho Canónico, graduado en la Pontificia Universidad Gregoriana a fines de 1873. El 21 de diciembre es ordenado presbítero junto a Mariano Soler y Ricardo Isasa en la Basílica de Letrán.

En octubre de 1874 regresan a Montevideo. Betancur es nombrado Teniente Cura de Canelones. Pero se desempeña allí poco tiempo. En 1875 es nombrado Cura Vicario de Florida donde estuvo 6 años y emprendió la obra de la actual iglesia Catedral. En este período es presidente de la Junta Económica y Administrativa de Florida y más tarde Diputado nacional por el mismo departamento.

En 1882 llega como Cura Párroco a la Iglesia del Cordón en Montevideo, una de las parroquias más importantes de la época, sucediendo al P. Mariano Soler. En ese período también actuó como Fiscal de la Curia Eclesiástica. Allí estará hasta fines de 1886 (5 años).

Relata el Pbro. Marcial Pérez que en este período tuvo algunos enfrentamientos con Máximo Santos. En cierto momento Santos había prohibido la predicación en los templos y Betancur no acató la orden. Cuando Santos por medio del general Belén le observó el incumplimiento, el cura respondió refiriéndose a Santos “que la mano de Dios pesa sobre su cabeza”. Más adelante Santos le mandó ofrecer, como obsequio, un altar para la iglesia del Cordón a lo que respondió: “La Iglesia del Cordón no admite donativos de los tiranos”.

Asume como párroco de San José en diciembre de 1886 con 45 años de edad y se desempeña allí hasta su muerte en 1919, aunque desde 1913 por motivos de salud le nombras curas coadjutores.

Ejemplo de profunda espiritualidad y notable dinamismo. Hombre de acción, emprendedor y perseverante. Además de la atención espiritual de su feligresía, tuvo dos grandes preocupaciones a las que dedicó gran trabajo: la educación y las terminaciones y embellecimiento del templo parroquial recientemente inaugurado (1875).

Marcial Pérez cuenta que durante su curato en San José, Betancur propició la fundación de: La sociedad de San Vicente de Paul, el Círculo Católico de Obreros, la Congregación de la Virgen del Hurto, entre otras. También la fundación de la Caja Popular, que luego pasaría a ser el Banco San José. Apoyó mucho la obra del Colegio de las Hermanas del Huerto. Reorganizó el Colegio San José y más tarde trajo a los Hermanos de la Sagrada Familia (hospedándolos el primer tiempo en su propia casa). También fue director de la comisión de damas del hospital y allí llevó adelante muchas obras (según dice esta comisión lo funda, dirige y mantiene por más de 20 años).

Apoya y colabora con la construcción de la Capilla del Huerto, dedica gran empeño a la terminación y decorado de la Parroquia (ahora Catedral), se construye en su período como párroco la Capilla del Santísimo y el Bautisterio. Un capítulo aparte merece el gran emprendimiento del reloj y las campanas que el pueblo maragato le debe a su iniciativa.

Fue un sacerdote de trato recto y sencillo, de gran comunicación con sus fieles y de notable actividad. Conservó “hasta el fin de su vida, un exterior típico criollo antiguo, del cual hacía gran gala, subrayándolo con modalidades y aspectos que le valieron el sobrenombre, a la vez cariñoso y popular de El Cura Gaucho”.

Falleció en San José el 15 de noviembre de 1919. El libro de defunciones reza el día de su muerte: “Fue siempre sacerdote ejemplar, párroco celoso […] La muerte de tan querido pastor fue llorada intensamente por todo el pueblo, sin distinción de credos y el entierro, […] fue una demostración clara y patente del aprecio y la estima de que gozaba entre sus feligreses”.

En noviembre de 1924 sus restos son trasladados a la Iglesia parroquial (donde se encuentran).

________________
Semblanza del Presbítero Dr. Norberto Betancur, realizada por el Padre Andrés Paredes, al cumplirse el centenario de su muerte, en 2019 (21 de noviembre), en el Museo de San José, donde se lo recordó, abordando su biografía y el análisis de dos de sus grandes obras, el reloj y las pinturas del artista suizo Martino Perlasca.

Fotos: Jorge Gutiérrez Pérez