Obispo en la fiesta de la Capilla Santa Teresita en Trinidad
Hoy jueves 1º de octubre, Fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús, el obispo diocesano, Mons. Arturo Fajardo, celebró la Santa Misa en la Capilla Santa Teresita en la ciudad de Trinidad. La Capilla pertenece a la Parroquia Santísima Trinidad y queda en la intersección de las calles presidente Berro y Piedras en la capital de Flores. La celebración fue a las 19:00 horas, la que contó con la presencia de una importante cantidad de fieles de la ciudad de Trinidad y aquellos que habitualmente concurren a la celebración de la Capilla Santa Teresita todos los martes a la misma hora.
En la misma celebración, algunos chicos del Colegio y Liceo San José de ciudad de Trinidad recibieron la “pañoleta” de misioneros.
Teresa de Lisieux
Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz o, simplemente, Santa Teresita (Alençon, 2 de enero de 1873 – Lisieux, 30 de septiembre de 1897) fue una carmelita descalza francesa declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia universal en 1997 por Juan Pablo II.
Sus padres: el Beato Luis Martin y la Beata María Celia Guérin. Los cuales serán Canonizados por el Papa Francisco el próximo 18 de octubre. Los padres de Santa Teresa de Lisieux, de quien el Papa Francisco es devoto, será el primer matrimonio en ser canonizado en la misma ceremonia en la historia de la Iglesia.
Louis Martin nació en Burdeos (Francia) el 22 de agosto de 1823 y falleció en Arnières-sur-Iton (Francia) el 29 de julio de 1894. Maria Zelie Guérin nació en San Saint-Denis-Sarthon (Francia) el 23 de diciembre de 1831 y falleció en Alençon (Francia) el 28 de agosto de 1877.
La canonización de los padres de Santa Teresita de Lisieux y de los otros beatos tendrá lugar en pleno Sínodo Ordinario de la Familia, que se celebrará del 4 al 25 de octubre.
Santa Teresita falleció el 30 de septiembre de 1897.
Fue Beatificada el 29 de abril, 1923 por Pío XI.
Canonizada el 17 de mayo, 1925 por Pío XI
Su Fiesta es el 1º de octubre.
Fue proclamada Doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997 por el papa Juan Pablo II
