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San José vivió la Fiesta de la Inmaculada

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Como es tradición en la ciudad de San José, cientos de fieles concurren a la Catedral y participan de la procesión con la imagen de la Inmaculada por las calles de la ciudad los 8 de diciembre.

Al comienzo de la celebración, que comenzó a las 19:30 horas, luego de la oración del Santo Rosario el Obispo diocesano agradeció al comienzo de la Misa, la presencia del Padre Matjaz Roter, secretario de la Nunciatura Apostólica, representación diplomática de la Santa Sede en el Uruguay y tres religiosas de la Congregación Apostólica Marta y María que se dedican a la labor pastoral al servicio de la representación del Santo Padre en el país.

De la celebración participaron muchos de los chicos de los diferentes niveles de la Catequesis de la Parroquia Catedral, así como también aquellos que recibieron su Primera Comunión el pasado 15 de noviembre, junto a sus catequistas y familiares.

Saludo del Padre Matjaz Roter
El Padre Matjaz, de nacionalidad eslovena, actual jefe de la misión diplomática de la Nunciatura Apostólica, agradeció al Obispo diocesano el poder participar de la celebración, “tengo el gozo de compartir esta Eucaristía con ustedes, en la Fiesta de María, agradecemos a Dios por el regalo de la Madre de Dios, la Toda Santa como la llaman nuestros hermanos ortodoxos y junto a toda la Iglesia católica estamos iniciando el recorrido de este Año Santo abierto hoy por el Papa Francisco”, comenzó diciendo el P. Roter.

Haciendo una reflexión sobre María, expresó: “María Virgen, la nueva Eva de la nueva humanidad, es el icono de este tiempo de adviento, porque desde los 9 meses de su embarazado, se convirtió en el modelo de la espera y de la esperanza cristiana”, manifestó. María es una de las figuras del tiempo de Adviento, el Padre Matjaz también consideró a María como una “figura emblemática de esta Año Santo de la Misericordia, que hoy en la Iglesia estamos iniciando. Porque Dios Padre no deja a la humanidad a merced del mal y del pecado, y eligió a María para que fuese la Madre de Redentor y se convirtiese en Madre de Misericordia”, reflexionó el encargados de negocios ai de la Nunciatura.

Sobre el Año Santo de la Misericordia, inaugurado hoy por el Papa Francisco, el cual abrió la puerta santa en la Basílica de San Pedro y que en la Diócesis se abrirá el próximo 12 de diciembre, el Padre Matjaz, señaló que “la primera puerta del año santo ha sido abierta la semana pasada por el Papa en Bangui, capital de la República Centroafricana, esa misma puerta estará abierta a partir de hoy en todo el mundo cristiano, cualquiera que entra a través de ella podrá experimentar el Amor de Dios, que ha sido manifestado en Jesús, el Hijo de la Inmaculada Virgen María”, reflexionó.

El secretario de la Nunciatura, comentó que el Año Santo de la Misericordia, coincide con los 60 años de la Diócesis de San José de Mayo en 2016. “Este año santo coincide con el año jubilar de la Diócesis de San José de Mayo, les auguro a todos ustedes y a toda la comunidad diocesana que conducidos por su patrono, San José, puedan vivir este Año en la memoria agradecida por todo el bien recibido y con renovado compromiso de vivir la alegría de evangelizar, anunciando a todos nuestros hermanos la Buena Noticia del Amor Misericordioso de Dios”, concluyó el Padre Roter.

Terminado su saludo el Rvdo. Padre Matjaz, invitó a las hermanas de la Congregación Apostólica Marta y María que actualmente, hace unos mes, están trabajando en la Nunciatura Apostólica que se encuentra en Montevideo. Las religiosas, de esta joven congregación, dos de ellas nacidas en Guatemala y una de ellas en Venezuela

Saludo de las Hermanas de la Congregación Marta y María
Cada una de ellas dio su saludo y testimonio de su labor misionera en Uruguay. Agradecieron la invitación de Monseñor Arturo Fajardo para visitar la Catedral de San José y participar de esta celebración, tan arraigada en la tradición del pueblo maragato. “Es un honor para nosotras Monseñor visitar su iglesia catedral de San José. Para mí es un honor estar con ustedes para celebrar la Fiesta de nuestra Madre, que nos bendiga a todos en especial este día que la celebramos a ella.

La Hermana María Alejandra, de nacionalidad venezolana expresó su agradecimiento y su placer por esta en esta Fiesta de María, “para mí es un gusto estar con ustedes compartiendo esta Solemnidad de la Santísima Virgen María”, comentó. Se refirió a los uruguayos y a lo que ha conocido en estos meses en el país, “me agradan los uruguayos porque son amables, fraternos y amistosos”, comentó.

La Congregación apostólica Marta y María fue fundada por el obispo de Jalapa en Guatemala, monseñor Miguel Ángel García, y Ángela Eugenia Silva en el año 1979, se encuentran en varios países de América Latina en varias obras e instituciones de la Iglesia. “Esperamos sus oraciones por nuestra misión, la que Dios nos ha encomendado aquí en Uruguay, de servir al Santo Padre a través de la Nunciatura Apostólica”, pidió una de las religiosas, a la vez que pidió oraciones por el Obispo diocesano, por la vida religiosa, las vocaciones y quienes comparten a diario las tareas de misión junto a las religiosas.

“Ave María Purísima, sin pecado concebida”
El Obispo diocesano, expresó en su homilía algunos aspectos de la figura de María, “la Purísima” como la llamó. Comenzó preguntando a los fieles presentes si recordaban la forma en que los “paisanos” saludaban al llegar a una casa de un vecino “Ave María purísima” y contestaban “sin pecado concebida”.

“Hoy celebramos eso, recordamos a la Mamá de Jesús y la madre de todos”, a la vez que instó a todos a prepararnos en este tiempo de Adviento a celebrar el verdadero sentido de la Navidad, el nacimiento de Jesús. Invitó a todos a armar el pesebre, como el que ya luce en la Catedral de San José y ha quedado inaugurado con la Misa de esa noche.

Mons. Arturo expresó al comienzo de su reflexión, un agradecimiento personal: “hace un año estaba saliendo de por quinta vez del block quirúrgico, muchas veces recordé esta festividad de la Virgen, porque luego de varios días de internación tenía la ilusión de celebrar con ustedes y no pude. Pero gracias a Dios, a la Virgen y a San José, un año después, camino y estoy junto a ustedes celebrando esta Fiesta en la Catedral”, expresó el Obispo, en referencia a un importante quebranto de salud que sufriera en los últimos meses del 2014.

Monseñor Arturo rescató dos palabras de la Primera Lectura que fue proclamada del Libro del Génesis, “acechar y aplastar”, “el mal, el pecado, la muerte nos acecha, pero Dios es más fuerte si confiamos y nos dejamos guiar por Él”, expresó.

De Evangelio de Lucas, que narra el anuncio del Ángel a María, el Obispo rescató tres palabras o frases “que me gustaría se llevaran para meditar y pensar todos”, indicó.

Alégrate
“Alégrate, esta expresión es dirigida a María y a la Iglesia. A nuestra Iglesia diocesana, a pesar de las dificultades, a pesar de las pruebas y conflictos, el Señor nos dice alégrate”, indicó.

No temas
“Es lo que le dice el Ángel a María. Si habrá motivos de temor en lo personal, en lo comunitario, en el mundo. Cuanta violencia, cuanta dificultad, cuanto sufrimiento, gente que vive momento de tensión, en la familia, la pérdida del trabajo, entre otros problemas. Pero para Dios todo es posible en la vida, no estamos solos, que nos estamos preparando para celebrar el acontecimiento que transformó la historia, el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios”, manifestó.

El Señor está contigo
“Para Dios todo es posible”. El Obispo expresó que esta Fiesta va en sintonía con el proyecto de misión en la Diócesis, Iglesia en salida. Mi vida es misión. “María es la iglesia que se pone en camino, como el lema de nuestra misión, es la iglesia en salida que descubre que su vida es misión, la de llevar a Jesús con pies humanos”, indicó el Obispo.
Monseñor Arturo pidió a los fieles a vivir con intensidad esta tiempo y dio algunas sugerencias: “Armar el pesebre, leer y meditar el Evangelio de Lucas, que la iglesia propone para el próximo año y meditar los Misterios de la vida de Jesús en la oración del Santo Rosario”, pidió.

Luego de su Homilía, Mons. Fajardo bendijo las imágenes del Niño Jesús que los niños y algunos adultos habían llevado y que será colocado en los pesebres el próximo 24.

Terminada la Misa se organizó la procesión por las calles de San José, que contó con la presencia de muchos niños y sus familias que con antorchas y velas encendidas acompañaron la marcha, la cual fue animada con cantos y la oración del Rosario.


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