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Invitación de Mons. Arturo Fajardo a “vivir con intensidad” los días santos

Mons. Arturo Fajardo, Obispo de la Diócesis de San José de Mayo, ha compartido una invitación a vivir “con intensidad” las celebraciones de la Semana Santa en este año. Lo hace a través de una carta que se adjunta en los horarios de las celebraciones de la Basílica Catedral y Santuario Nacional de San José, donde presidirá las celebraciones de esta Semana Santa.

En la invitación, Mons. Arturo hace un repaso de algunos de los textos del Evangelio de los días centrales de esta celebración. Estos días santos “son una posibilidad importante para contemplar ese amor, experimentarlo y compartirlo con otros”, expresa. Uno de los momentos más intensos de la Semana Santa es el viernes santo, donde “las manos de Jesús son manos traspasadas… pero en medio del dolor son manos abiertas”, reflexiona el Obispo y cita parte de su reciente Carta Pastoral “Effatá: ábrete. Hacia una Reconfiguración Pastoral” donde expresaba “como Iglesia somos enviados a curar, tocar los dolores y las enfermedades, estando cerca de los que sufren…”

Junto al augurio de una Buena Semana Santa y una Feliz Pascua, Mons. Arturo se despide deseando “que al celebrar la Pascua experimentemos la alegría que nos trae Jesús Resucitado”.


Queridos hermanos y hermanas:

El Evangelio del Jueves Santo nos recuerda que Jesús “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 15, 1). El Señor amó a sus discípulos y nos ama a cada uno de nosotros. El Viernes Santo volveremos a descubrir que la cruz de Cristo es el lugar del amor más grande que puede existir.

Las manos de Jesús son manos traspasadas, pero aún en la cruz y en medio del dolor son manos abiertas. Se dirigen a Dios, como rezando, pero a la vez están tendidas hacia nosotros. El Señor se nos está entregando, nos está esperando, nos quiere abrazar.

Los días de la Semana Santa son una posibilidad importante para contemplar ese amor, experimentarlo y compartirlo con otros. En la Carta Pastoral que compartí al comienzo de esta Cuaresma expresaba que “como Iglesia también somos enviados a curar, a tocar los dolores y las enfermedades, estando cerca de los que sufren no solo corporalmente, sino de los que han perdido la alegría o necesitan el abrazo de un hermano, ese gesto tan sanador”.

Los invito a vivir estos días santos con intensidad, que allí donde nos encuentre podamos sentir el amor de Dios y que al celebrar la Pascua experimentemos la alegría que nos trae Jesús Resucitado.

¡Buena Semana Santa! ¡Feliz Pascua!

Con mi afecto y bendición,

+ Arturo
Obispo de San José de Mayo